En su regreso el jugador asturiano se está convirtiendo en una de las piezas básicas para el liderato del Pilotes
x. r. c. VIGO/LA VOZ.
Fran González está hecho un chaval. A sus 35 años emprendió el viaje de regreso al Pilotes Posada, club en el que ya había militado en sus años mozos. Pero el asturiano no ha llegado a Vigo para ser la voz de la experiencia y dar relevos de calidad. Lo ha hecho para ser pieza importante sobre el parqué. Ya lo había sido en todos los encuentros hasta la fecha, pero en el derbi ante el Cangas fue además resolutivo y providencial. Con cinco goles, compartió con Cacheda, el papel de máximo goleador del equipo de Quique Domínguez. Claro que el chaval de Lalín, tiraba los penaltis. Lo suyo fueron cinco zambombazos.
Con tantas batallas encima, Fran ha aprendido a relativizarlo todo, aunque comprende que su acierto goleador llame la atención: «Lo de destacado puede ser por los goles, pero otras veces no consigo tantos goles y hago otro tipo de funciones, pero al ser raro que yo llegue a cinco goles parece que soy de los destacados», comentó en Radio Voz.
Su rendimiento en este arranque de temporada es intachable. Parece que está en su momento de juego, pero él asume que el tiempo no perdona: «Los años sí que pasan; y aunque no quiero que pasen tan rápido, lo hacen. De todas maneras estoy en un buen momento, Quique Domínguez me está dando confianza y me siento cómodo en un equipo del que conozco su forma de pensar y de jugar». En su caso, segundas partes están resultado muy buenas.
Fran González ya fue durante la semana pasada uno de los focos de atención del derbi con el Cangas, porque en el Frigo militó durante una buena temporada e incluso la capital de O Morrazo se ha convertido en un lugar de residencia. A la hora de analizar el triunfo, recuerda que ya aventuraba una contienda complicada: «Al ser un derbi ya se esperaba que iba a ser un partido muy difícil, en especial por tratarse del Cangas, que venía de perder la semana anterior en casa. Al final conseguimos que los dos puntos se quedasen en Vigo, que era lo que nos interesaba».
La historia se repite para Fran y para el Octavio el próximo fin de semana (sábado, 20.30 horas) en Pontevedra ante el Teucro en el segundo y último derbi de la primera vuelta. «Otro partido difícil -comenta el chaval de 35 años-, porque el Teucro viene de perder y seguro que quiere ganar en casa, pero nosotros tenemos que ir con toda la moral que tenemos ahora, que es muy alta para sacar el partido adelante y seguir arriba».
Porque hasta la fecha el equipo rojo cuenta sus cinco partidos por otras tantas victorias, aunque por ahora el filial del Barcelona y el Huesca, le mantiene el pulso con un triple empate en cabeza. Los oscenses fueron precisamente el verdugo del Teucro, a quien ganaron por un margen de cinco goles (29-24).
Si el cuadro vigués sale indemne del recinto pontevedrés, la Liga regular podría convertirse en un mano a mano con el Huesca en la lucha por único puesto que dará acceso al ascenso directo. Si Fran González mantiene el mismo nivel el equipo de Quique Domínguez lo tendrá un poco más fácil. La apuesta del verano, que parecía un tanto arriesgada, le ha salido redonda. De las lesiones del curso pasado, ya ni se acuerda el asturiano. Para él ha llegado el momento de disfrutar. A ser posible, con un nuevo ascenso de la élite del balonmano.
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